2010-10-05

Miguel Hernàndez

Miguel Hernández, desaparecío en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor.Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra.No tenía Miguel la luz cenital del sur como los poetas rectilíneos de Andalucia sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertado.Nació el 30 de octubre de 1910 como segundo hijo varón en una familia de Orihuela. Aquí tenéis un poema suyo: Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos... Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, que son dos hormigueros solitarios, y son mis manos sin las tuyas varios intratables espinos a manojos.. No me encuentro los labios sin tus rojos, que me llenan de dulces campanarios, sin ti mis pensamientos son calvarios criando nardos y agostando hinojos. No sé qué es de mi oreja sin tu acento, ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina. Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella, que en ti principia, amor, y en mí termina.

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